Os voy a contar una historia sobre una niña llamada Alicia que gracias a todas las maneras de aprender de hoy en día (Internet, libros, televisión, correo...) pudo seguir estudiando sin poder ir a la escuela.
Había una vez una niña llamada Alicia que tenía 11 años. Iba a la escuela todos los días y la encantaba aprender muchas cosas que aún no sabía, como qué especies vivían en cada océano y qué comía cada una.
Un día, mientras daba un paseo en bici con sus amigos, se tropezó con una piedra que no pudo esquivar y se rompió las dos piernas.
La pobre Alicia no se podía casi ni mover, y mucho menos ir al colegio. Pronto se enteró de que se perdería tres meses de clase y se echó a llorar porque pensó que no iba a poder aprender nada en todo este tiempo, que le pareció eterno.
Sus padres la intentaron consolar diciéndola que así tendría más tiempo de leer, dibujar y ver la tele, pero a ella no se la quitaba de la cabeza que perdiéndose tantas y tantas clases nunca podría volver a estar a la altura de sus compañeros.
Pasaron dos días enteros en los que Alicia no tenía nada que hacer y estaba muy triste.
Entonces, le llegó un paquete en el que había documentales sobre muchos temas, unos cuantos libros de conocimiento, lengua y matemáticas, un curso de inglés y francés por el ordenador, muchas páginas webs donde podría estudiar el arte de algunos museos famosos y la teoría de la música, un calendario donde estaba fijada la fecha de cada examen, y algunas otras cosas más pequeñas como un USB para los trabajos y una cámara web para conectarse con sus compañeros de clase y su maestra.
Alicia se puso contentísima, porque gracias a todo lo que hay hoy en día (ordenador, televisión, correo, libros...) podrá estudiar y aprender muchas cosas en casa sin ir al colegio.
FIN
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